Family Leadership Strategies 2019 Spanish

50 Inicio El opuesto polar de la alineación, el inicio es simplemente el punto de partida. En este escenario, todas las partes todavía no están en total acuerdo, ya sea porque el diálogo esencial no se ha producido, o puede haber diferencias significativas de opinión. Por ejemplo, un senior puede estar de acuerdo con una transición pero no está seguro/a respecto del momento o de quién asumirá roles de liderazgo. Igualmente, los candidatos a sucesores pueden no estar seguros de las expectativas o deseos de su familia con respecto a su rol. También es posible volver de uno de los otros cuadrantes de vuelta al inicio. Esto se puede deber a una serie de factores como la preparación de un sucesor para liderar, la voluntad de un senior de renunciar a la autoridad, los tiempos, o incluso acontecimientos que exceden el control de la familia — por ejemplo, una enfermedad o muerte súbita. Estrategias de la etapa de inicio Muy a menudo, los sucesores y seniors encuentran en el otro una combinación de apoyo y resistencia al cambio. Un buen punto de partida es identificar dónde se encuentra cada parte en una escala desde la resistencia al apoyo. Idealmente, los seniors — ya sea que se encuentren en un rol de liderazgo en la familia o en la empresa — inician la conversación de transición de liderazgo lo antes posible. A menudo, un directorio impulsará el proceso. Un marco de tiempo óptimo para que los seniors creen un plan de transición de liderazgo es alrededor de 8 a 10 años antes del traspaso. Esto permite el desarrollo de candidatos de la familia, o un desvío en la estrategia a candidatos internos o externos que no sean de la familia. Sin embargo, si el tiempo no permite un período de arranque de 8 a 10 años en el proceso de transición, como mínimo, un plan de tres años es deseable y aconsejable. La edad, padecimiento, enfermedad, y la muerte pueden alterar los planes establecidos, pero en general los traspasos de transición de liderazgo ejecutivo se producen cuando un líder tiene alrededor de 60 años, y un sucesor entre 30 y 40. Las transiciones de gobernabilidad y liderazgo familiar a menudo requieren menos tiempo de anticipación y se producen en función de la necesidad y de la preparación del candidato.

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